Con motivo de la reciente remodelación del Orfeón de Corifeos del Tirano Suplente, Raúl Castro; el Tiranosaurio titular publicó en el panfleto oficial del régimen, “Granma”; un artículo en el que en unas diez líneas analizaba en profundidad el importante viraje que se estaba produciendo. El resto del artículo (una página y media) lo complementó con una poética glosa sobre el baseball.
En vivo contraste con la discrección de Raul, Fidel se explayaba, breve pero contundentemente sobre las causas del cambio ministerial:
- “La miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno. Ninguno de los dos mencionados por los cables como más afectados pronunció una palabra para expresar inconformidad alguna. Con su actuación llenaron de ilusiones al enemigo externo”.
Es de notar que Fidel, pese a su enfermedad, no ha perdido la forma, porque es dificil mejorar el estilo estalinista del comentario.
El comentario produjo en los dos aludidos, Lage y Pérez Roque, el efecto deseado (en Cuba es lo que técnicamente se denomina “cagazo”) porque con la mayor rapidez posible, enviaron a Presidencia el formulario 14-B del Ritual; “Confesión y Autoinculpación Total de Traición a la Revolución” en el que aceptaban en un estilo brillantemente rastrero, todas las graves, a la par que nebulosas acusaciones de que eran objeto. Seguidamente, procedieron a redactar sus últimas voluntades; ya que el último alto funcionario en firmar el antedicho formulario fué el Heroe de la Revolución, General Ochoa, durante su juicio por corrupción y tráfico de drogas. Es importante respetar el ritual, ya que Ochoa obtuvo la clemencia del tribunal en forma de fusilamiento al amanecer, con el privilegio de lucir sus condecoraciones. Ya se sabe que el que le fusilen a uno de noche y sin las medallas puestas hace más pupita.
Por lo visto, el espectaculo de que publicaran su inculpación con texto prácticamente identico (lógico, puesto que seguían el formulario 14-B) ha resultado tan bochornoso que han tenido que publicar una nota adicional disculpandose sobre “errores” en el documento de confesión. Elogiable obediencia marxista-leninista es eso, y lo demás. cáscaras de banano.
Y poniendo la nota orwelliana en un impagable ejemplo de pasado “fluido”, Fidel ha añadido con cementica caradura:
“[A los dos] Nunca los propuse yo. Casi sin excepción llegaron a sus cargos propuestos por otros compañeros de la dirección del Partido o del Estado. No me dediqué nunca a ese oficio".
Lo cual nos hace preguntarnos a que demonios de oficio se ha dedicado estos últimos cincuenta años. Pero a lo mejor es que Fidel estaba ejerciendo de “Dictador Oyente”, en plan Alfonso Guerra. Ni que decir tiene que unos cuantos “compañeros de la dirección del Partido” están que no les llega la camisa al cuerpo; y han ido pidiendo unas copias del formulario 14-B, por si acaso.
Continua...