domingo, 12 de octubre de 2008

Rajoy tenía razón: el desfile ha sido un coñazo.

Una vez finalizado el evento, no me queda más remedio que reconocer la capacidad profética de Rajoy-V. Con evidente presciencia, el líder de la Servil Oposición, había predicho que el desfile del día de la Hispanidad sería un “coñazo”. Y efectivamente así ha sido.

Por lo que parece todo ha transcurrido dentro de la más absoluta normalidad:

  

-         Llegan las autoridades. Zapatero es recibido con división de opiniones, la mitad del público se acuerda de padre, mientras la otra mitad lo hace de su madres.,

-         En el palco, hay un montón de miembros del gobierno y los poderes, todos con cara de estar encantados de conocerse. (¡Cómo mola estar en el palco con calefacción, en vez de ver el desfile pasando frío!)

-         Llega el Rey (que por cierto, últimamente se está luciendo), le hacen el saludito y empieza la función.

-         Se deposita la corona a los Caídos, perdón a “los que dieron su vida por España”. Supongo que eso incluye a las brigadas forestales, a los SAMUR accidentados y a los académicos de la lengua fallecidos. Se hace un tenso silencio que es roto esporádicamente con algún grito de “¡ETA asesina!” o “¡Gobierno traidor!”

-         En la Familia Real, se hace notar la ausencia del Duque de los Paramecios, puesto que se ha convertido en ex.

-         Con respecto a los presidentes autonómicos, sólo acuden aquellos que la mención de “España” no les produce ronchas, es decir cada vez, menos.

-         El público rompe en aplausos al paso de la Guardia Civil, la Legión, la cabra de la ídem y exclama con asombro al ver lo exótico que es el uniforme de los Regulares.

-         El paso del abanderado de EE.UU. le pilla a Zapatero, rascándose el culo, o contando un chiste a alguien a su espalda o mirando al tendido; o haciendo algún otro gesto ligeramente impropio.

-         Se termina la función, el Rey se sube al Rolls que Hitler le regaló a Franco; y se van todos a tomar el aperitivo a “ca Juan Carlos”.

 

Porque evidentemente podían haber pasado algunas cosas que animaran el cotarro para hacerlo digno de ser glosado en sesudos programas de análisis televisivos, tales como “La Noria”, por ejemplo.

 

-         El Rey podía haberse trasmochado al subir a la tribuna.

-         Zapatero podía haberse remangado la gabardina enseñando el culo al paso de la bandera de las barras y estrellas. (No será por falta de ganas)

-         Podían haber venido Ibarretze, Carod y otros facinerosos.

-         Marichalar podía haber montado un expolio al pie de la tribuna exigiendo, su cuota ganacial en el desfile.

-         La cabra de la legión podía haberse escapado.

 

Y bueno, no es por dar ideas, pero si quieren ver lo que es un desfile animado de verdad:

http://www.youtube.com/watch?v=0hsY6DHvod0

 

1 comentario:

  1. Tengo la idea clara de que aquellos a los que les estorba el desfile lo tienen muy fácil:no acudir,y punto pelota,pero claro,si tienes el pequeño inconveniente de ser un cargo público,has de escoger,si dentro o fuera,con todas las consecuencias hijos míos

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