Zapatero apura sus opciones para ser convocado a la cumbre financiera.

- “¿Se puede, jefe?, Pregunta Pepiño.

- “Si, pasa rápido y cierra que se van los efluvios. No olvides pisar sólo por las baldosas blancas y ponte la piel de cabra”.

Pepiño no entiende nada (como casi siempre) pero obedece. Tarda un poco en acostumbrarse a la penumbra de la habitación. En la pared hay una foto gigante de Sarkozy en la que se ven varios signos cabalísticos pintados con sangre de cabra. Y una palabra: “Mamonazo”. Zapatero, tocado con una piel de cabra cuyo cráneo le hace de sombrero, se afana revolviendo un puchero maloliente y humeante.

- “Pero Jefe ¿cómo es que está haciendo una queimada a estas horas?”

- “Que queimada ni que niño muerto, mira que eres paleto. Antes de nada, ¿hay noticias?”

- “De momento, no. En el Elíseo me ponen en espera indefinida, ya me he aprendido de memoria el single del último disco de Carla Bruni. Y en el móvil personal de Sarko me sale el buzón de voz. Escucha, escucha”:

Pepiño, pone el móvil en modo manos libres; (tras forcejear un poco con la lengua fuera) y lo levanta para que el Jefe pueda oírlo mejor: “Je ne peux pas répondre au téléphone parce que je prépare le sommet économique. Monsieur Cordonnier, vais dépasser à ta tante, hua, hua, hua,...piiiiiiip....”

“Creo que dice algo sobre reponer el teléfono, no sé”

“Olvidalo, me tiene manía desde que dije que íbamos a adelantar a Francia. ¿Has traído lo que te pedí?”

- “No ha sido fácil, jefe, estaba todo muy bien embalado en cajas, llenas de polvo y ha habido que rebuscar mucho para encontrarlo. No veas lo grande que es El Pardo. Pero lo más difícil ha sido esquivar las preguntas del guarda de Patrimonio Nacional. De todas maneras, no entiendo el conceto de para qué quieres el artefacto.”

- “Menos quejas, lo vas a ver ahora mismo. Sacalo de la caja pasalo por encima del caldero y repite conmigo.”

Abre la caja polvorienta donde se lee un letrero que dice “Casa Militar de S.E. el Generalísimo – Pertenencias personales” y saca el brazo incorrupto de Santa Teresa”

- “Uuugh, ¿qué es eso?

- “Calla y repite: Santa Teresa, brazo incorrupto...”

- - “Santa Teresa, brazo incorruto...”

- - “No, tienes que repetirlo exactamente, si no, no funciona el sortilegio. Concentrate.”

- -“Santa Teresa, brazo incorrukto...”

- - “Mejor, sigamos: Aunque no tiene buen aspecto...”

- - “Aunque no tiene buen aspeto...”

- “Hazme un trabajo óptimo...”

- “Hazme un trabajo ótimo...”

- “Para que no me quede interrupto...”

- “Para que no me quede interruto...”

- “Yo te lanzo este exabrupto.”

- “Yo te lanzo este eksabruto.”

- “¡Bien! Ahora ayudame a untar la poción en el muñeco de cera.”

Pepiño, con cara de asco, empieza a darle al pincel que ha mojado en la marmita.

Mientras, el Gran Brujo, rebusca en sus bolsillos, y saca una cajita con cara de triunfo.

- “¡Y ahora el ingrediente definitivo! Me ha costado una fortuna en Ibei (quiere decir a Presidencia del Gobierno) pero ha merecido la pena. Es un auténtico pel de figa de Carla Bruni.”

Y pega el pelo en el muñeco de cera mientras musita:

“Abracadabra, abracadabrí,

que no me joda la cumbre Sarkozy,

abracadabra, abracadabrolo,

ponme uno con leche y uno solo,

abracadabra, abracadabroi,

que no se le ponga dura a Rajoy.”

- “¿Y lo de, Rajoy, Jefe?”

- “Es por si funciona, Pepiño, por si funciona. Estoy seguro que me convocarán a la cumbre.”